LA DELINCUENCIA

Factores mucho, los impulsadores de este y muchos males de la sociedad del mundo, pero haciendo un análisis mas franco con migo mismo y con los demás, no es difícil darnos cuenta, que este y todo los trastornos de la sociedad, son consecuencia de lo débiles que somos ante el delito que se gesta en nuestras miradas. Para empezar, son el resultado de nuestro silencio, que las instituciones no funcionen, porque bien sabemos que las fundaciones, son el producto del potencial humano que representan, así como las republicas están constituidas por sus ciudadanos. Por estos tiempos “modernos” me da vergüenza ver a un montón de jóvenes de esta época, que apenas estén construyendo sus vida, y se conformen con la casita, el carro, y el trabajo, que les da para mantener los vientres de ellos y de sus fragmentadas familias, a costa de entregar su cuerpo a la homosexualidad, a la cobardía, y a la lisonja, mas aunado a est tenemos la omisión de las injusticias que les ocasionan a ellos mismos y a sus compinches, todo un circulo podrido, por no querer juzgar en verdad y justicia sobre lo que son ellos y lo que les acontece en el tapete de la vida diaria. Sería muy fácil exponer, que es el resultado de los mandatarios, aunque un gran porcentaje de este trastorno de la sociedad se lo debamos a ellos, pero los culpables somos nosotros, que con tanto silencio callamos sobre las soluciones erradas que se buscan para disfrazar el mal; tales como: la no o poca inversión y promoción en educación, ciencia y tecnología, en lugares de esparcimiento que embellezcan las barriadas de América, la poca industrialización, la cultura promovida por los estados del postulare, cosa muy bien conocida por nosotros los venezolanos, la discriminación a formas distintas de ser y de pensar, o lo que es lo mismo la falta de tolerancia hacia las formas diferentes de ser, en fin la poca planificación del estado en materia de seguridad. Reafirmamos diciendo, que no son los cuerpos policíacos los que disminuirán el índice delictivo, de un país, o región, ya que estos, su verdadero fin es de prevenir, orientar, controlar, no de castigar como sesgadamente suponen sus ignorantes integrantes, y esto lo afirmamos sin ambages. Pobre de las naciones que inviertan sus riquezas en la cultura societaria de la burocracia, o administración pública, como técnicamente se les suele llamar, sabemos muy bien, que estos países son fabricas de delincuentes en todas sus facetas, ya que el individuo formado en esas republicas , se acostumbran a ser unos rufianes por las migajas proporcionadas por el estado; formando rápidamente la desocupación, la inmoralidad, el conformismo, la miseria, el ocio, y la envidia de los que luchan por superarse del caos de la pobreza que les envuelve, asumiendo el papel ellos, los que se hacen llamar las mayorías, del obstáculo hacia los seres que se levantan por esta época. Que lastima que esta verdad la sepamos todos, pero pocos seamos capaces de reconocerla. Nos encontramos en la época de romper los paradigmas, de crear autenticas transformaciones en la forma de pensar, para lograr así avances educativos y tecnológicos como nunca antes, pero antes debemos de soportar las transiciones que vivimos del animal irracional y conformista, hacia el mamífero pensante en vías de ser un Hombre en el sentido completo de la palabra; mientras no preveamos esto, no podremos salir del caos donde se encuentra la sociedad mundial. Declaramos enfáticamente que para desminuir la delincuencia en todos sus niveles, se debe promover, los valores de la conciencia, del ser, la religión, la mística, la moral, la ética, la valentía y la franqueza , además de todo lo dicho líneas arriba.


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