” No permita Dios que me disputen la autoridad en mis propios hogares, como a Mahoma a quien la tierra adoraba y sus compatriotas combatían. Pero él triunfó no valiendo su causa tanto como la mía. Yo cederé todo por la gloria; pero también combatiré todo por ella”. Simón Bolívar
Si
analizáramos la situación de los países árabes desde la óptica de la opinión
nacional e internacional de los medios reconocidos tendríamos la tentación de caer
en el maniqueísmo de que unos son los malos y estos otros son los buenos, pues
no amigos, la situación es más profunda, y lo saben muy bien los que han tenido
experiencia en la convivencia con la cultura propia de las naciones árabes , su
sistema político vive en muy estrecho vínculo con las creencias religiosas
propias del Corán, el Islam de la nación árabe.
Cuando
se ha leído el Corán se sabe que es en el mismo seno del libro sagrado donde está
latente el fundamento de la violencia, la intolerancia y el rechazo radical y ortodoxo a
todas aquellas posturas antirreligiosas y de espalda a sus costumbres y
creencias e incluso estilos de vida.
Es
de señalar que las naciones árabes estuvieron organizadas en otrora, en lo que
se denomina un Estado Islámico ( EI ) y
que son estas reminiscencias las que están latentes en el imaginario colectivo
del pueblo árabe y que hoy por hoy no han sido trascendidas, a pesar de los
avances de la humanidad en todas las áreas del saber, la tecnología y las
relaciones humanas, propias de proceso de la globalización que viven las naciones
del mundo , en especial de Occidente gracias al Capitalismo. Los países árabes
se quedaron atrás en viejas tradiciones del antiguo testamento, el Pentateuco,
el Talmud, y su nuevo testamento el Corán que continua con la premisa Mosaica
de ojo por ojo y diente por diente.
Recordemos
también, que dicho Estado Islámico estaba de forma política y administrativa
bajo el sistema de Califatos y con la supeditación del Corán y sus funcionarios
religiosos.
Y
también es de marcar, que en todo el pasado siglo XX los países árabes que más avanzaron sostuvieron y sostiene el
socialismo como bandera política con tinte propio de sus creencia islamita que
pudieron coexistir muy bien en lo político y lo religioso como nación, como
pueblo, a pesar de las férreas dictaduras que vivieron dichos pueblos hasta lo
que se conoce hoy en día como el derrocamiento de las mismas, en Irak por la
intervención militar de EEUU, y en otros países con la primavera árabe, y que
aun padece Siria.
Sabemos
que Al Qaeda, el Isis, y todas las facciones de fuerzas beligerantes en el
territorio de los países árabes, indistintamente siendo de la rama sunita o
chiita, nacieron muchas décadas atrás cuando permanecían las naciones árabes
bajo regímenes socialistas como es el caso de Siria, y otras naciones en el
continente africano de lengua árabe y religión musulmana donde imperaban los
regímenes de generalatos que controlan sus pueblos y territorios con ideologías
de izquierda y la fuerza de las armas.
Es
cierto que el islam es expansionista, como es natural de las creencias religiosas,
pero también es cierto que la doctrina de Mahoma es de talante intolerante con
las libertades propias de las personas, lo que la hace una doctrina radical y arcaica
a la hora de gobernar una nación, y penetrar otras como bien sucede por la
cercanía de las naciones árabes con el Continente Europeo, donde por décadas se
ha observado el como los árabes viviendo
en regímenes socialistas atraviesan dichas naciones , muchas veces a pie y en
caravanas, para pasar el Mediterráneo y gozar de las mieles del Capitalismo
que muy bien se puede sintetizar en estas frases ( Dejen hacer y dejen pasar, laissez
faire, laissez passer ) que a pesar de
las imperfecciones, aun se respira en las naciones de Europa.
Podemos
identificar dos características de los pueblos árabes, bien sea del Medio
Oriente o del Continente Africano, la primera es que son de religión musulmana,
y la segunda es que en lo político son sultanistas o son socialistas, es decir en
ambas formas son Estatistas, elementos
ambos que en fusión o separados suelen ser ortodoxos, radicales, arcaicos,
intolerantes, e incluso desastrosos para la convivencia y desarrollo de las
naciones.
En
el socialismo el objetivo es que una cúpula domina la economía para bien de las
masas, sucede igual en los regímenes monárquicos de los Árabes , práctica que convive muy bien
con las ideas musulmanes del Estado Islámico y sus bases político religiosas,
mientras que el Capitalismo propio del modelo Occidental con bases judaicas (
Hebreas ) que el Cristianismo desarrolló, es del modelo que permite que cada
hombre pueda desarrollar una idea para bien suyo , además que protege la
propiedad privada, y las libertades ciudadanas,
cuestión con la que no comulga muy bien ni el socialismo ni el Islam.
Es
por ello, que se puede inferir que las causas de los atentados terroristas en
Europa y toda Occidente son producto de la barbarie de los regímenes
totalitarios, dictatoriales propios de los sistemas arcaicos con los que no
comulga la civilización occidental y cristiana.
Además
que por estas causas costará muchos años, décadas, y no sería descabellado
decir siglos que los países árabes depongan sus armas y declinen a sus ideas radicales para entrar a tono en
el carril de las naciones prosperas, entendidas ellas como los países
capitalistas, como sucedió en la China comunista que ha dado saltos en algunas
de sus zonas para declararlas zonas especiales donde impera el Capitalismo como
sistema económico e incluso político, donde pudiéramos citar Hong Kong, y muchas
más dentro del territorio de Asia.