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Los partidos y las ideologías


Repasando un poco se dice que un buen político es aquel que no está comprometido con ninguna ideología, sino que su verdadero compromiso es con la gente, de servicio por y para la gente, en especial de aquellos que se encuentran en situaciones desfavorable, y muchas veces desorientadas sobre qué es lo conviene primero como individuos y luego como nación, entendida la nación, la patria como un conjunto de individuos en términos reales que sumados todos forman patria, nación, pueblo y todo los calificativos genéricos y consabidos que se necesiten darles al conjunto de personas, de ciudadanos que conforman el país.

Entonces si eso en un lenguaje más pragmático es un político, bien vale la pena que se analice la función de los partidos y sus ideologías a las cuales se suscriben. Los partidos como sabemos, al igual que todas las otras organizaciones político-sociales, tienen una función principal, la cual es servir de contrapesos a las decisiones que los gobiernos esgrimen sobre los ciudadanos, pero ¿Qué pasa cuando esos partidos tan respetables presentan la misma visión ideológica del  gobierno?  ¿Qué sucede cuando los partidos políticos hacen mutis a regímenes de corte neo totalitarios como los que se vive hoy en la nación, con un gobierno que abiertamente  viola toda regla y toda ley de países de tradición democrática?

Buscándole  respuestas a estas interrogantes,  que al parecer para los partidos en Venezuela , parece resultarles muy complejas y para luego así  mantener una debate firme y contundente que le brinde una opción política a la nación, es necesario primero estudiar cuales son las tesis políticas manejadas en el mundo, de esto tenemos excelentes autores al respecto, que tal vez muchos ya conozcan,  y no dejar a un lado la historia tanto del mundo contemporáneo, como la de Venezuela, que en este caso es la que nos interesa.

Si partimos desde antes de la primera guerra mundial, por allá por los inicios del siglo XX y finales del s.IXX nos damos cuenta de un caso muy puntual, únicamente existen dos tesis donde se fundamenta la teoría política y económica del mundo contemporáneo, de Occidente, la primera es el Liberalismo Clásico, con los principios de todo el bagaje literario de la ilustración que dio pie a la aparición de la democracia moderna que conocemos, con separación de poderes, y muy especialmente con el experimento la soberanía y el poder de los Estados reside en los ciudadanos.

Por otro lado tenemos al Estado planificador, la geometría del poder central, muy bien esbozada por los patriarcas de los regímenes socialistas, conocida esta entre los estudiosos como materialismo histórico, dialéctico, que fue este sistemas alabado por muchos, los que dieron los grandes genocidios de la historia que aun hoy siguen haciendo eco en el mundo, pero no por eso dejan los pueblos de caer en el sueño de tales dictaduras, siendo enfilados por estos ideales conocidos propiamente como la dictadura del proletariado, donde el asalariado no es más que un esclavo de ese gendarme monstruoso conocido como Estado, Estado benefactor, Benévolo.

Ante estos dos idearios resurgen en el siglo XX dos escenarios, el primero el de países en democracia donde el estándar de vida de las personas es mucho más acorde a los valores y principios de los seres humanos, y el segundo es un escenario sombrío donde los individuos pasan hacer víctimas de la planificación y controles de los tecnócratas del Estado.  

Planteado lo preliminar en el mismo contexto, se sabe que vivimos en un mundo globalizado, debemos incluir tanto las dificultades internas que presenta Venezuela para encontrar la salida, como las complejidades externas o internacionales en las que nos encontramos, en el mundo globalizado y donde las nuevas  tecnologías juegan un papel cada vez más preponderante en mostrar la acontecimiento político mucho mejor esclarecido.

Si observamos  el escenario interno del país, encontramos que Venezuela se ve sumergida en un juego político oscuro que ha socavado la integridad, y la soberanía de la Nación. Eso lo evidenciamos con Poderes Públicos que no son autónomos, sino que responden a los intereses del grupo que luce el poder del país desde hace 14 años, pero sumado a esto también descubrimos que tampoco los partidos políticos vanguardia del sostenimiento de la democracia, son realmente autónomos, sino que por el contario los hechos nos muestran que existe grandes pruebas de complacencia y complicidad con la destrucción del sistema democrático que reclama el pueblo, que pide los valores en los que se fundó la república , la soberanía y el desarrollo de la nación.  

Mas no solo nos encontramos con los partidos que son consentidores de los desgracias del país, colaborando con el gobierno, en contra de la soberanía, sino que, también tenemos en toda la escena política: ONG, que se prestan y se sirven en la misma mesa el festín del poder, donde los únicos perjudicados y despojados son los millones de venezolanos ante los altos índices de violencia en todos los ámbitos que presenta el país.

Los venezolanos nos sentimos defraudados ante la ola de criminalidad que sin más es objeto y de interés por los partidos únicamente como medio propagandístico, mas no se presentan políticas verdaderas como lo son la creación de empleo real que tanto necesita el país, no existen ningún tipo de políticas públicas para generar los más de 20 millones de empleo que necesita la nación, no existe políticas en seguridad, en infraestructura, sólo existe una noción de política  mediática que da al paciente un placebo en el mejor de los casos, en otros atiende la enfermedad cuando es posible prevenirla.

Hoy por hoy Venezuela se encuentra permeada en todas las instituciones públicas y privadas, desde muchos modos, con el objeto de dañar el aparato productivo y desmoralizar así, a toda costa al hombre es contante innovación, se crean plataformas políticas partidistas falsas que es donde convergen, en especial las juventudes y los distintos miembros de los partidos, mientras que, las personas tiene la confianza en que puedan en dichos gremios ser freno al avance de Castro en Venezuela e incluso en Latinoamérica, los resultados terminan siempre siendo otros.

Ante todos los esfuerzos de las personas, tropezamos ya, con el hecho que no sólo no existe  la clásica división de poderes, sino que ni en los mismos partidos que sirven para regular los excesos del gobierno, del estado, sino que también encontramos partidos, organizaciones, fundaciones y movimientos políticos y sociales que se prestan a los intereses del gobierno, a los intereses de Castro.

Pero aquí por si fuera poco no termina la pesadilla de silencio, complicidad, colaboracionismo y complacencia a Castro y al adefesio de gobierno que existe hoy en Venezuela, sino que presentamos retos aún mayores una comunidad internacional con las mismos resonancias de los partidos, organizaciones y movimientos políticos internos. Organismos Internacionales que hasta hace unos años eran ajenos al ciudadanos venezolano, e incluso altamente respetados, idealizados en esos reproduzco del guante blanco de la nostálgica diplomacia.

Los hechos han sido como la caja de pandora, en Venezuela, hoy gracias a las redes sociales y todos los medios, incluyendo los del gobierno que hacen los malabares comunicacionales más asombrosas y bochornosos por confundir, desinformar, tergiversar, trastocar y manipular la realidad social, económica y política del país. Se ha rasgado  el velo,  los organismos, instituciones y comisiones internacionales también cooperan conscientemente conociendo la situación con el régimen de castro en Venezuela, en  llevar cada vez más hondo a Venezuela al caos social donde se halla.

La Venezuela de hoy, nuestra Venezuela se encuentra dividida pero no en un aspecto ideológico como pretenden algunos, sino dividida en una guerra comunicacional y física que han generado desde Cuba para destruir todo rastro de soberanía, los medios y los recursos han sido grandes y fastuosos desde el soborno mil millonarios a los partidos opositores del gobierno, a la censura, e intimidación que se vive en el país, eso sin nombrar los más de 21.000 homicidios por año.

La verdad el escenario venezolano, hoy es el epítome de muchos ejemplos de destrucción de países por causa de fuerzas opuestas a la nación, donde convergen fuerzas tanto internas como externas que pudieran generar procesos más patéticos, como lo sería una guerra civil, afortunadamente tenemos a una nación que mayoritariamente se opone al régimen de Cuba pero sin armas, y como se sabe para una guerra se necesita que tanto el que contiende como el compelido, los dos, no meramente necesitan estar de acuerdo en una guerra campal sino que ambos bandos necesitan estar armados y en este caso, Venezuela no está dispuesta a tales teatros con nuestros hermanos, además que el pueblo no está armado, a excepción del gobiernos y de los focos generadores del caos y la violencia donde se halla el país.  

La gente, el pueblo, no dejara de luchar, Venezuela ha demostrado ya muy bien en más de una década de régimen, que estamos dispuestos a alzar la voz, a escribir, debatir, desenmascarar a todos los impostores que se autonombran liberadores del pueblo de Venezuela,  incluso a los que trabajan dentro de la misma oposición al gobierno, cuando en verdad son los cómplices de las infamias contra la nación, Venezuela viene demostrando por más de 14 años al régimen de Castro en el país, su carácter independentista, lo viene haciendo durante toda la historia. Desde siempre y para siempre Venezuela es libre. 

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