Entre la economía social de mercado disfrutamos
de algunos trabajo que valen la pena ser revisados por aquellos que consideren
las ciencias sociales parte de sus intereses, allí se darán cuenta si manejan
bien lo que son los silogismos que tal tesis planteada por mediados de la década
de 1940 del siglo XX, continua tirando de los males de la economía dirigida
propia de un escenario post guerra como el de su época.
A esta tesis se le ha acuñado calificativos,
como la tercera vía, e incluso aparece como copartícipe del muy aclamado
milagro alemán, recordemos que por esa época parte de los países euro centrales, y de la Europa del Este quedaron devastados en el conflicto de la segunda guerra mundial, y había que
implementar medidas, controles urgentes para la reconstrucción de varios países,
que se llevó a cabo, muy puntualmente el de Alemania, donde sale a relucir
el famoso plan Marshall y toda su historia de intervención directa en la reconstrucción
de las ciudades devastadas posterior al conflicto.
Pido a los más jóvenes y a los no tan jóvenes
también que revisen la historia del siglo XX, háganlo sin ningún apego a esta o aquella tesis política – económica, partan
desde el hecho de individuos, semejantes a cualquier persona del mundo
globalizado, que de verdad ha sido un adelanto, por el hecho de saber que las
nuevas tecnologías permitan realmente la globalización y ver mucho más de cerca
la aldea global como ha sido llamada, mas no por eso deja de tener cosas que bien vale
la pena que corrijamos desde el hombre mismo, desde las estructuras del
pensamiento y la concepción de hombre, de mundo que se tiene hoy por hoy.
Como podrá comprender la aclamada economía social
de mercado es una forma ya vieja del pasado siglo que no se adapta a las
necesidades y conductas del nuevo mundo, del siglo XXI, la humanidad de esta época
tiene conceptos y percepciones mucho más amplias y plausibles de las relaciones
interpersonales, políticas, sociales y económicas que trascienden los viejos y
recalcitrantes esquemas del siglo pasado.
Esta aclamada tesis que aún tiene sus repercusiones
entre los mandatarios y políticos enfilados en el pasado, es hoy por hoy una desilusión
rotunda, y el ejemplo por excelencia lo tenemos en Europa, en ese idílico Continente
que aun hoy se presenta desconocido, pero que a ciencia cierta no hay nada
nuevo en esas tierras que los hombres del presente siglo necesiten investigar,
sólo que si es Europa cuna de la civilización y es dentro de su tejido social
que se puede comprender la detención o retroceso de la civilización, en su constante
búsqueda de nuevas, mejores y mayores posibilidades que significan al hombre.
Es cierto, además que, la economía social de
mercado es acogida muy bien por los partidos tradicionales de similitudes en ideologías y matices como lo son la social
democracia, la democracia cristiana, los partidos verdes (ecologistas) en fin, todo
el abanico ideológico que se desprende de esas viejas ideas del Estado planificador,
geometría del poder, estado benefactor, Estado Centralizador, Controlador, Benévolo,
y hasta benéfico, filántropo, entre
muchos otros de mayor o menor moderación del concepto de Estado.
Si echamos un vistazo hoy a la Europa del
siglo XXI, encontramos naciones que han venido en picada, y que ciertamente nunca
tuvieron un escenario prospero, esa Europa dorada, realmente solo existió y existe,
para el rey y sus mecenas, Europa
ciertamente es un nostálgico continente donde la mayoría de los
Latinoamericanos tiene sus raíces, mas no por ello, los modelos ejecutados por Europa,
sean ejemplos de traspolar a nuestras naciones.
De Europa tenemos un gran legado histórico, aparte
de de todo lo demás, de Europa heredamos el comunismo, la social democracia, la
democracia cristiana, la economía social de mercado, un auténtico mezclado económico de la tesis
liberal que si ha podido dar avances a las naciones, con su inverso el Estado
planificador, que dio paso a la dictadura proletaria, y al nacimiento de la
URSS, con todo su historia de régimen genocida.
La economía social de mercado exige ser clasificada
dentro del Estado Planificador, controlador e intervencionista, esta sigue
suponiendo que el hombre es un incapaz, torpe de llevar como lo ha venido
llevando por siglos a pesar de las agresiones del estado, su destino y su vida.
Mientras sigamos aplaudiendo estos viejos modelos del pasado; la humanidad
cargara acuesta un peso que no le pertenece, cuando se sabe que los gobernantes
y sus mecenas son realmente los únicos beneficiados del sistema.
¿Qué se le increpa a la economía social de
mercado, además de ser estos reproches las causa principal de la crisis económica
actual y antecedente del mundo, muy especialmente la crisis de Europa que
afecta al mundo entero? la respuesta la encontramos en sus fundamentos el
principal de ellos es que no desplaza la idea del Estado planificador,
controlador, y sigue manteniendo algunos ecos propios del feudalismo, como el
hecho de que sólo se siguen beneficiando de la comercialización de bienes y
servicios (Exportaciones - Importaciones) las familias allegadas al gobernante
y sus mecenas, y no la ciudadanía en general, básicamente es esto lo que
perjudica el entramado social de desarrollo y prosperidad de las naciones, por
otro lado que dentro de la economía social de mercado siguen existiendo las
mismas barreras arancelarias, políticas, sociales y legales del modelo
planificador, socialista, paternalista
de Estado.
Como verán los hechos hablan más que las
palabras y a pesar que existen aplaudibles defensores que dan los mejores
discursos en pro de la economía social de mercado, esta no presenta soluciones adecuadas
a las nuevas percepciones del ser humano, el ser humano siempre ha sido libre, innovador,
autónomo, creador, pero hoy en los albores del siglo XXI, se hace más consciente
de su naturaleza en constante movimiento de aprendizaje creador.
Estando al tanto de esto, podemos evaluar que
la economía social de mercado no presenta soluciones a los excesos y controles
que esgrime el Estado Planificador en contra de las ciudadanías, sino que tales
controles los disimula, en detrimento de los Derechos, libertades, y contratos civiles,
donde juega un papel determinante el libre desenvolvimiento dentro y fuera de
la nación, en el mundo, es por ello que no es un modelo viable para Venezuela,
e incluso para la realidad de Latinoamérica.