A groso modo pudiéramos decir por falta de inversión
y carencia de personal técnicamente capacitado e idóneo para tales operaciones,
pero si ahondamos un poco más en este asunto nos damos cuenta que se carecen de
muchos componentes en el proceso de extracción y refinamiento del petróleo venezolano,
y especialmente por esta época de visión y misión de la principal fuente de
ingreso del PIB del país.
Venezuela hoy en día tiene una de las tasas
de inflación más altas de américa, y a pesar de la gran riqueza de su biosfera
y de los suelos venezolanos aún no ha podido dejar de ser un país importador de
los rubros más básicos para suplir las necesidades de la nación, los cuales son
los alimentos. La estatal petrolera se ha lanzado a una campaña propiciada por
Castro en Cuba de dirigir los extensos recursos del mercado petrolero a
necesidades alimentarias, pero esto trae como consecuencia desestimar las
potencialidades del mercado nacional agrícola, que no ha podido pasar de los
sistemas rurales de producción alimenticia, a los sistemas agroindustriales ya
propios del siglo XX.
El resultado, de tener un estado regulador e
interventor, ha sido de defraude para el
campesino, productor y agricultor de alimentos venezolanos. Por supuesto que
Castro sabía muy bien lo que sucedería con la producción interna, pero precisamente
es esto lo que le interesa al Castro comunismo, quebrar la producción del país
alimentaria para luego hacer cada vez más dependiente a los venezolanos de la producción
externa, foránea y debilitar así el espíritu venezolano.
Esto ha traído como consecuencia, la desatención
del campo por parte de los agricultores mayormente constituidos, sumado a esta política
intervencionista y reguladora del campo además de los impuestos pechado a la
industria agrícola y pecuaria, donde se menciona un caso muy aparatoso por los
campesinos del país, el cual es la semillas adaptadas capaces de producir de
una mazorca más de 40 kg o más de maíz, estas semillas están prohibidas en el país,
pero lo paradójico es que se importa maíz y otros seriales de otros países donde
si hay libre circulación de estas semillas bioquímicamente injertadas. Eso es sólo
por mencionar un ejemplo de tan contradictoria regulación del mercado.
En conclusión una empresa no puede fijarse
objetivos fuera de su especialidad, porque si no la historia siempre ha de ser
los desaciertos, y la quiebra de la industria, además hay que agregar la falta
de visión de los facultados de la dirección de la estatal petrolera, sin norte,
sin visión de país, ni objetivos a corto, mediano y largo plazo, más que los de
favorecer a los intereses del Castro comunismo, esto ha sido el principal mal
de los manejos de la política económica del país, muy puntualmente en el manejo
de los grandes recursos energéticos que posee la nación en materia de recursos
minerales como el petróleo, el oro, el hierro, y en fin de todo eso que la
naturaleza proveyó al subsuelo venezolano.
Además de la cuantiosas ganancias que en vez
de invertirla en potenciar la industria venezolana, son invertidos por el contrario
en los planes de Castro en Latinoamérica, invirtiendo fastuosas sumas de
ganancias de la industria venezolana en propaganda roja en todo el continente
en especial de los países aliados al alba y las marchas estudiantiles financiadas
por el partido comunista en Chile.
Eso sin mencionar los recursos que son
desviados desde el inicio de este régimen de Castro en Venezuela en oxígeno a
su revolución, a su dictadura en la isla, el cual le ha permitido tomar
importancia en la política latinoamericana e internacional nuevamente, a pesar
de la poca aparición en las cámaras del dictador, el dictador ya sabe, que no
es necesario tener protagonismo mediático cuando conoce todos los hilos del
poder, se le hace más cómodo a éste trabajar bajo la sombra, y el anonimato,
utilizando los tontos útiles que han sido los actores de la política venezolana
y latinoamericana de los últimos tiempos.
Para que emerja la industria petrolera tal
como la visionaron sus encargados de los años 1970, 1980, del siglo XX, es
preciso crearse metas enfocadas en la nación, planearse objetivos como empresa primero y
luego como un bastión fundamental en la economía del país, abriéndolo a nuevos
mercado, invirtiendo los cuantiosos recursos económicos que se necesitan
invertir, enfocarse en la exploración, explotación y refinamientos sin desenfocarse
en los objetivos puntuales.
En los negocios hay una máxima, a mayor inversión,
mayor es la ganancia, y en esto es precisamente lo que no se ha hecho en la
estatal petrolera, se ha desatendido en la inversión de formación técnica profesional,
no se ha invertido más en la etapa más importante de la explotación, la cual es
la exploración de nuevos pozos petroleros, tampoco en el mantenimiento de la
industria petrolera, lo cual ha generado un creciente incremento de accidentes
laborales, propios de la falta de mantenimiento y aplicación de los protocolos de
seguridad, de esto tenemos como un triste ejemplo la tragedia de Amuay un
crimen que dicho por los expertos pudo evitarse.
Se sabe que gozamos de las mayores reservas
de petróleo en la faja petrolífera del Orinoco, pero también saben los expertos
lo difícil que será para cualquier industria extraer ese petróleo, y la estatal
no está operativa para extraer dicho recurso, lo cual nos pone aún más en
desventaja ante la creciente demanda del mercado nacional e internacional. Por otro
lado, el país, está endeudado con préstamos chinos, además de la poca
estabilidad política que tiene, producto del fraude económico y político en el
que está inmersa la nación venezolana de hoy bajo la supeditación del Castro
comunismo en el país.