Hoy por hoy sabemos que nuestra vigente constitución, y todas las anteriores desde sus orígenes, han concentrado el poder en manos del Poder Público Nacional, donde el principal favorecido es el Presidente.
Es absurdo y la historia lo puede constatar; Venezuela nunca ha estado cerca de ser un país federal o lo que es igual descentralizado, ya que las constituciones ahí, han sido elaboradas como un traje que encaja a la medida del presidente de turno, hasta el colmo de ser estos los principales sastres de las mejores condiciones y beneficios personalistas, olvidando las necesidades y libertades propias del Ser Humano, del Pueblo, de las Mayorías.
La causa principal del subdesarrollo en Venezuela, y en Latinoamérica son las formas egoístas, cobardes en las cuales han sido elaboradas las constituciones, donde siempre son un pequeño grupo concentrado básicamente en las capitales, los principales favorecidos del Poder Público Nacional.
En todo lo ancho y largo de los Contratos Sociales disperso en la historia venezolana, desde la instauración del Congreso de 1,811., hasta nuestros días, se aprecia la ingerencia directa del Gobierno Nacional ante los demás Estados sobre la toma de desiciones y acciones, que propicien libertades, autonomía y desconcentración del poder, para generar el desarrollo en los individuos y la familia en general.
Es paradójico, la Constitución Venezolana de 1,999., en el artículo 4., De los Principios Fundamentales, dice: “Venezuela es un país federal descentralizado”, es una burla ignominiosa, ya que sabemos que en el articulado 156, con sus 33 privilegios del Poder Público Nacional, sólo por mencionar uno de los tantos existentes, se evidencia la escasa y ridícula autonomía de las Entidades Federales y Municipios, impidiendo todo camino que propicie la autodeterminación de las Entidades y sus Ciudadanos, de autorealizarse, como internamente lo desea la persona humana, ya que la misma Carta Magna lo restringe con sus controles.
Debemos concientizar que no han aparecido en Venezuela Presidentes que propicien la libertad y desarrollo esperado en estos 200 años de historia, sino que, los que hemos tenido, han jugado a ser ellos los Reyes del País, cuando ni siquiera son soberanos de si mismos, a costa del desconocimiento de las mayorías, sobre las libertades individuales del ser humano de acceder por si solos e independientemente de los sustentos del estado hacia mejores y mayores condiciones de vida.
Es incuestionable la cantidad de esfuerzos que se hicieron en la gesta emancipadora, de independizar a La América, pero ahora toca al individuo emanciparse y esto nos compete únicamente a nosotros como personas sin ningún tipo de obstáculos y mucho menos constituciones restrictivas.
Necesitamos sentar las bases y los principios de una Autentica República hacia las vías de desarrollo y autorrealización del ser humano.
Exigimos verdaderas constituciones justas, reales que se amolden a las necesidades de cada uno y todas las personas que Constituimos Respublíca, sin tantas reprensiones del Estado en la autodeterminación del individuo de emanciparse libremente como su Espíritu lo ordena.
ALBERT E. GEOVO L
Es absurdo y la historia lo puede constatar; Venezuela nunca ha estado cerca de ser un país federal o lo que es igual descentralizado, ya que las constituciones ahí, han sido elaboradas como un traje que encaja a la medida del presidente de turno, hasta el colmo de ser estos los principales sastres de las mejores condiciones y beneficios personalistas, olvidando las necesidades y libertades propias del Ser Humano, del Pueblo, de las Mayorías.
La causa principal del subdesarrollo en Venezuela, y en Latinoamérica son las formas egoístas, cobardes en las cuales han sido elaboradas las constituciones, donde siempre son un pequeño grupo concentrado básicamente en las capitales, los principales favorecidos del Poder Público Nacional.
En todo lo ancho y largo de los Contratos Sociales disperso en la historia venezolana, desde la instauración del Congreso de 1,811., hasta nuestros días, se aprecia la ingerencia directa del Gobierno Nacional ante los demás Estados sobre la toma de desiciones y acciones, que propicien libertades, autonomía y desconcentración del poder, para generar el desarrollo en los individuos y la familia en general.
Es paradójico, la Constitución Venezolana de 1,999., en el artículo 4., De los Principios Fundamentales, dice: “Venezuela es un país federal descentralizado”, es una burla ignominiosa, ya que sabemos que en el articulado 156, con sus 33 privilegios del Poder Público Nacional, sólo por mencionar uno de los tantos existentes, se evidencia la escasa y ridícula autonomía de las Entidades Federales y Municipios, impidiendo todo camino que propicie la autodeterminación de las Entidades y sus Ciudadanos, de autorealizarse, como internamente lo desea la persona humana, ya que la misma Carta Magna lo restringe con sus controles.
Debemos concientizar que no han aparecido en Venezuela Presidentes que propicien la libertad y desarrollo esperado en estos 200 años de historia, sino que, los que hemos tenido, han jugado a ser ellos los Reyes del País, cuando ni siquiera son soberanos de si mismos, a costa del desconocimiento de las mayorías, sobre las libertades individuales del ser humano de acceder por si solos e independientemente de los sustentos del estado hacia mejores y mayores condiciones de vida.
Es incuestionable la cantidad de esfuerzos que se hicieron en la gesta emancipadora, de independizar a La América, pero ahora toca al individuo emanciparse y esto nos compete únicamente a nosotros como personas sin ningún tipo de obstáculos y mucho menos constituciones restrictivas.
Necesitamos sentar las bases y los principios de una Autentica República hacia las vías de desarrollo y autorrealización del ser humano.
Exigimos verdaderas constituciones justas, reales que se amolden a las necesidades de cada uno y todas las personas que Constituimos Respublíca, sin tantas reprensiones del Estado en la autodeterminación del individuo de emanciparse libremente como su Espíritu lo ordena.
ALBERT E. GEOVO L
No hay comentarios.:
Publicar un comentario