Venezuela, tierra de libertad, y esperanza, actualmente en plena puerta del siglo XXI, se encuentra atravesando el umbral de la victoria, con luchas sombrías por la izquierda y la derecha.
El fenómeno que se presencia en nuestro país, no es nuevo, es el rastro del jinete del destino que arrastra las cadenas del miedo y del castigo, a todos los que ostenten decir y luchar por la verdad y la justicia, ante si mismos y ante el mundo. Por esta época no se sabe quien es quien, quienes luchan por los intereses de todos los que conformamos Venezuela o por intereses particulares o los de un sector del país, lo cierto es, que los que venden sus conciencias son menos que los desaventajados que luchan convencidos por la paz, la libertad, el progreso y la democracia.
No pudiéramos en este momento señalar, a secas a la izquierda o la derecha de comprar, manipular la opinión pública, sino que el presente escrito esta dirigido a alertar a todos los venezolanos a mantener un criterio propio y firme en férrea lucha en pro de la democracia y el progreso.
Es muy fácil percibir, a través, de los medios de comunicación pública, y en la misma calle, como se ala aun lado o a otro del poder, sin pensar en los millones de seres de venezolanos que lo único que exigimos es el progreso para el pueblo de Venezuela.
Venezuela llena de tantos recursos naturales, no nos explicamos como aun existan planteamientos que nos lleven a la miseria de los países mas pobres del planeta, homologándonos en ciertos barrios del país a los escenarios más pobres del continente africano.
Aquí en nuestro país no buscamos a un protagonista, sino que actores seamos todos los venezolanos que conformamos esta nación, con esto no queremos decir que todos seamos iguales, aunque básicamente ante Dios y la ley lo somos; pero en pensamientos, sentimientos y voluntades existen diferencias que se deben respetar y que son estas el impulso de la riqueza de un país.
La propiedad privada comienza por respetar las diferencias intrínsecas del ser humano; en el momento que se transgrede la misma, bien sea de forma verbal, física o espiritual, se está violando el primogénito de todos los derechos humanos, la invasión a la propiedad privada.
El derecho de poder disponer, administrar de forma libre, la capacidad de decidir que debo y quiero hacer con lo que me pertenece como ciudadano, es precisamente eso, lo que nos mueve a luchar por la democracia, garante de todos estos derechos.
Un país no es más rico que otro por el dinero que posea el estado en sus arcas, sino por la capacidad que tengan y se les brinde a sus ciudadanos de generar, trasformar sus riquezas naturales en patrimonio y calidad de vida. No basta con la academia para levantar a un pueblo económicamente, mucho más aun, necesitamos en donde emplear a cada uno de los diferentes profesionales de Venezuela, y eso lo lograremos disminuyendo el intervencionismo de estado en materia fiscal, y económica, promoviendo así el libre comercio, competencia de mercado y tecnología, donde no solo saldrían ganando los profesionales, sino todos los obreros, campesinos y artesanos de esta república.
Por que copiar lo peores sistemas políticos y económicos, cuando estamos en condiciones naturales de mirar frente a frente a las potencias económicas del mundo, pero la respuesta a esta situación la tenemos en el egoísmo de los que se encuentran en el poder.
Esta situación que estamos viviendo es el coletazo que dejaron nuestros padres al no pronunciarse y conformarse con las migajas que les ofrecía el estado a sus desdichadas vidas, ahora no toca a nosotros los jóvenes levantar nuestras consciencias a las alturas de los pueblos mas aventajados del momento y no permitir ninguna manipulación que nos sumerja mas, en el atraso económico donde nos encontramos.
Vale mas un país que este apenas floreciendo económica, e industrialmente que una persona o grupo de ellas que se estén beneficiando de la riqueza a costa de engañar a las masas populares. Es por ello que nos pronunciamos contra toda intención rastrera que no le permita al pueblo de Venezuela y pueblos del mundo desarrollarse, ya que pensamos que este es un derecho que tienen todos los ciudadanos y países del planeta, lograr la mayor dicha de felicidad y confort de sus habitantes y esto se resume en calidad de vida, libertad y democracia.
El fenómeno que se presencia en nuestro país, no es nuevo, es el rastro del jinete del destino que arrastra las cadenas del miedo y del castigo, a todos los que ostenten decir y luchar por la verdad y la justicia, ante si mismos y ante el mundo. Por esta época no se sabe quien es quien, quienes luchan por los intereses de todos los que conformamos Venezuela o por intereses particulares o los de un sector del país, lo cierto es, que los que venden sus conciencias son menos que los desaventajados que luchan convencidos por la paz, la libertad, el progreso y la democracia.
No pudiéramos en este momento señalar, a secas a la izquierda o la derecha de comprar, manipular la opinión pública, sino que el presente escrito esta dirigido a alertar a todos los venezolanos a mantener un criterio propio y firme en férrea lucha en pro de la democracia y el progreso.
Es muy fácil percibir, a través, de los medios de comunicación pública, y en la misma calle, como se ala aun lado o a otro del poder, sin pensar en los millones de seres de venezolanos que lo único que exigimos es el progreso para el pueblo de Venezuela.
Venezuela llena de tantos recursos naturales, no nos explicamos como aun existan planteamientos que nos lleven a la miseria de los países mas pobres del planeta, homologándonos en ciertos barrios del país a los escenarios más pobres del continente africano.
Aquí en nuestro país no buscamos a un protagonista, sino que actores seamos todos los venezolanos que conformamos esta nación, con esto no queremos decir que todos seamos iguales, aunque básicamente ante Dios y la ley lo somos; pero en pensamientos, sentimientos y voluntades existen diferencias que se deben respetar y que son estas el impulso de la riqueza de un país.
La propiedad privada comienza por respetar las diferencias intrínsecas del ser humano; en el momento que se transgrede la misma, bien sea de forma verbal, física o espiritual, se está violando el primogénito de todos los derechos humanos, la invasión a la propiedad privada.
El derecho de poder disponer, administrar de forma libre, la capacidad de decidir que debo y quiero hacer con lo que me pertenece como ciudadano, es precisamente eso, lo que nos mueve a luchar por la democracia, garante de todos estos derechos.
Un país no es más rico que otro por el dinero que posea el estado en sus arcas, sino por la capacidad que tengan y se les brinde a sus ciudadanos de generar, trasformar sus riquezas naturales en patrimonio y calidad de vida. No basta con la academia para levantar a un pueblo económicamente, mucho más aun, necesitamos en donde emplear a cada uno de los diferentes profesionales de Venezuela, y eso lo lograremos disminuyendo el intervencionismo de estado en materia fiscal, y económica, promoviendo así el libre comercio, competencia de mercado y tecnología, donde no solo saldrían ganando los profesionales, sino todos los obreros, campesinos y artesanos de esta república.
Por que copiar lo peores sistemas políticos y económicos, cuando estamos en condiciones naturales de mirar frente a frente a las potencias económicas del mundo, pero la respuesta a esta situación la tenemos en el egoísmo de los que se encuentran en el poder.
Esta situación que estamos viviendo es el coletazo que dejaron nuestros padres al no pronunciarse y conformarse con las migajas que les ofrecía el estado a sus desdichadas vidas, ahora no toca a nosotros los jóvenes levantar nuestras consciencias a las alturas de los pueblos mas aventajados del momento y no permitir ninguna manipulación que nos sumerja mas, en el atraso económico donde nos encontramos.
Vale mas un país que este apenas floreciendo económica, e industrialmente que una persona o grupo de ellas que se estén beneficiando de la riqueza a costa de engañar a las masas populares. Es por ello que nos pronunciamos contra toda intención rastrera que no le permita al pueblo de Venezuela y pueblos del mundo desarrollarse, ya que pensamos que este es un derecho que tienen todos los ciudadanos y países del planeta, lograr la mayor dicha de felicidad y confort de sus habitantes y esto se resume en calidad de vida, libertad y democracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario