Si bien es un hecho que casi toda Europa está desarrollada, también es cierto que América atraviesa momentos políticos interesantes para el desenvolvimiento de los acontecimientos. Aún Latinoamérica no consigue pasar el pórtico del siglo XX. Se encuentra la población sin entender que ha entrado un nuevo siglo y que las relaciones humanas y económicas han cambiado, sin haber asimilado la industrialización de forma efectiva, aun no atravesamos el umbral del conocimiento que nos lleva irremediablemente a ser ciudadanos sabios llenos de cordura y sensatez a la hora de usar los recursos inmateriales, abstractos, y los materiales que poseen los latinoamericanos.
América es un autentico crisol de razas y culturas amalgamados donde prevalece la condición de cristianos, entiéndase que ser cristiano, no es pertenecer a una u otra religión o secta, ser cristiano es una cualidad humana muy peculiar que poseen los latinos, al impregnarse de toda esas tradiciones Judaicas luego de que el imperio romano acogiera en su seno el cristianismo como religión, donde la vieja tendencia de ojo por ojo, es transformada en la ley de la tolerancia y el perdón, reglas que empiezan asi, a formar parte de todo el ordenamiento jurídico-político de los Estados.
Los latinoamericanos tienen puntos a su favor, y es propiamente esa fusión de razas que los hace más resistente ante virus, epidemias y enfermedades, con rasgos afables, inteligencia natural, grandes extensiones de territorio, una extensa fauna y flora, gozan de rica alimentación en proteínas y minerales, a pesar de las dificultades que tienen que soportar ante políticas estatistas de gobierno; que en especifico es el mal que aqueja a los Latinoamericanos por más de dos siglos, donde aún no se logra liberar de esquemas de gobiernos centralistas y sumamente estatistas que se heredaron del viejo sistema colonial. Lo cual ha procrastinado el desarrollo de la ciudadanía y la propiedad de las personas tal como se práctica en sociedades política y economicamente desarrolladas.
América en si, está flagrada de grandes riquezas tangibles e intangibles, sólo es necesario que la política de un giro categórico hacia principios y valores del respeto a la individualidad de cada una de las personas y a la salvaguarda de la propiedad individual por encima de todo, para que así pueda salir del estancamiento en el que se encuentran los latinoamericanos y avanzar a modelos de interrelación viables para el desarrollo espiritual y material al que ineludiblemente califican.
Saber ante todo que los gobiernos justos son aquellos que respetan la vida y propiedad de las personas a per se, lo contrario es tener gobiernos corruptos e inmorales llenos de excesos y desaciertos que ha venido soportando la población durante siglos. Es necesario recordar que hasta hace dos siglos los latinoamericanos eran de cédula de ciudadanía española en gran proporción y Europea en general, lo cual se acerca un poco más a las tradiciones y costumbres que identifican la gente.
Los latinoamericanos tienen una gran riqueza gastronómica que le permiten sus suelos y recursos naturales, que culturalmente son factores irrepetibles en ninguna otra región del planeta, a pesar del atraso en el que se encuentran los Estados, por culpa de todo aquello que déspota y egoístamente le han negado a la población los políticos, el desarrollo se encuentra en cocimiento a alta presión donde mas temprano que tarde han venido despertando las ciudadanías del letargo y la estupidez ante las decisiones políticas y económicas que atañen a cada una de la personas.
Por otro lado la Europa aún sueña que un mundo mejor es posible con Estados paternalistas, cosa que ya empieza ha dejar de ser el pensar y el sentir de los ciudadanos latinoamericanos, gracias a la cruz del Estado que han tenido que cargar a cuestas en sus lomos durante años, herencia propiamente del origen europea que se lleva dentro y es muy arraigado en los ciudadanos .
Se ha dicho muchas veces que América es el paraíso del mundo, y ciertamente existen características físicas y psicológicas del territorio y de las personas mismas para sostener tal postulado, los latinoamericanos a pesar de hacerse ver como personas violentas no son así propiamente, sino que al convivir al mismo tiempo en sistemas anárquicos y dictatoriales de gobernar, han tenido que aflorar la violencia como escudo, lo cual es parte del caos en la población y resulta agobiante para la misma, está medida de sobrevivencia, es precisamente, consecuencia de una exeso de control en la economía y sociedad aunado a falta de gobierno en seguridad, justicia e infraestructura, lo que oscurece las potencialidades de los distintos matices y nacionalidades del continente.
Son innumerables los factores y elementos que favorecen a la población, pero lamentablemente todos estos valores se encuentran velados para la mayoría de la población y los políticos no presentan la suficiente templanza y tenacidad de descubrir el desarrollo que se encuentra en los ciudadanos y en las riquezas que cada uno posee por muy pequeñas que estas puedan o pudieran ser.
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