EL ESPIRITU Y EL INFINITO UNIVERSO

La existencia de infinitas estrellas en el firmamento nos revelan una verdad incuestionable, existen tantas estrellas en el firmamento como granos de arena en el desierto, lo que nos enseña que existen tantos seres en la tierra como estrellas y planetas en los cielos.

Se sabe que existen Ángeles, Arcángeles, Reyes, Regentes, Cosmocratores de la creación del universo que habitamos, los cuales a su vez éstos son los regentes de los principales astros que circunvalan nuestra vial láctea, sabemos que viejas tradiciones que se pierden en la noche profunda de los siglos, nos dicen que Melquisedec, es el regente del planeta llamado tierra que habitamos, Uriel rector de Venus, Samael, Rey de Marte, Orifiel de Saturno, Michael del Sol, Rafael de Mercurio, Gabriel de La Luna, y Zachariel de Júpiter, como podrán ver ilustrado aquí se encuentran los principales regente de los planetas que circunvalan nuestro sistema solar, mas sería injusto y un total absurdo negarle a los demás infinitos planetas y estrellas restantes en el cosmos la posibilidad de tener su propio regente.

También debe decirse que así como existen planetas y estrellas ocupadas, también existen infinitas que apenas están atravesando su proceso de creación, el caos por lo cual atraviesa todo lo creado en la faz del universo, desde los mas infinitesimal del átomo hasta la materia mas densa existente.

Hay planetas en el universo, incluso en nuestra vía Láctea, que tienen civilizaciones mas avanzada que la nuestra en la tierra y que cualquier otra civilización existente o desaparecida en este planeta, nosotros debemos decir en nombre de la verdad que no hemos podido avanzar al grado de civilización deseado y esperado por el hombre, por el mero hecho de haber desligado la ciencia del espíritu, y querer el absurdo de someter el espíritu a la materia.

Hay que reconciliar la ciencia con el espíritu, hay que religar estas dos vertientes y poder consolidar la verdadera vía para el desarrollo de la raza planetaria y así contribuir a la evolución del universo en constante y perenne movimiento.

Querer negar el espíritu es querer negar el átomo, y la existencia del mismo es incuestionable, pero con esto no se quiere decir que el átomo sea el principio de la cadena de la creación, sino que éste es un resultado de la energía del cosmos, o de los distintos procesos trasmutativos del espíritu, por lo cuales atraviesa todo lo creado y aun no creado en el universo.

La vida en todas sus manifestaciones parte de la fuente del espíritu, de la energía que este insufla en el espacio creando y volviendo a crear lo existente. Nada puede existir sino con la participación de la energía transformada en la materia.

La mente es energía condesada capaz de crear a través del poder de la imaginación cualquier objeto, figura, acontecimiento, fenómeno, evento, circunstancia, enfermedad, estado anímico, escena,drama o comedia, existente o no existente en el universo, y es precisamente el proceso del pensar que permite al pensador crear y volver a crear pensamientos que resultaran materializándose en el mundo físico por obra de esa gran mente universal a la que llamamos Dios.

Nada de lo existente en el mundo físico, no ha pasado antes por el filtro del proceso del pensar que lleva consigo el pensador, desde lo más grotesco, denso, agradable o desagradable, es el producto del pensamiento que procesa el pensador para bien o para mal de la humanidad, estos son secreto que ya han venido siendo estudiados por los científicos de la humanidad.

Para nadie es un misterio que la ciencia oficial ha pasado antes por el filtro de lo que ignorantemente llaman ciencia ficción, que no es mas que el recobro de las verdades universales rescatadas por pensadores e ingeniosos que han podido ver con los ojos de la imaginación lo increíble para los científicos materialistas, que posteriormente ha sido puesto en practica por la ciencia, cumpliéndose lo pensado.

Y estos ingeniosos de la ciencia ficción pasan hacer profetas de la humanidad, develando y contribuyendo al avance y evolución de la raza humana. Debo decir en nombre de la verdad que cada ser viviente es el producto de un pensamiento de la mente universal, y que cada objeto animado o inanimado es el resultado del pensamiento de los pensadores, y que nosotros los pensadores somos receptáculos, vasijas de la gran mente universal con el fin primordial de que se cumplan los desideratos de la sagradas escrituras, y que sino fuera por esta atributo de nosotros de servir a la gran mente universal , nada de lo existente pudiera tener vida o movimiento alguno en el universo estrellado.

De igual manera expreso que si comprendiéramos estas palabras pudiéramos cambiar, transformar y comprender muchas cosas que nos suceden y por consecuencia evitar o propulsar muchas ideas que poseemos en nuestro haber.

En la mente se cierran y se abren lo misterios de la vida y de la muerte, y es esta la mas cercana al dios vivo que mora en el universo,al Espiritud, solo tenemos que servir de instrumentos a los puros pensamientos que propicien una vida mas justa y necesaria para uno y para todos que es el hombre.

El espíritu necesita emanciparse de la materia, pero esto no lo podremos lograr mientras impidamos con nuestra mente rancia el influjo de las energías cósmicas necesarias en nosotros, mientras obstruyamos el avance de los pensamientos del cosmos jamás podremos desarrollarnos como el espíritu es.

Las antiguas civilizaciones de la tierra lograron tan desarrollados avances en la ciencia y la técnica porque ellos no se desligaron del espíritu, sino que por el contrario vivían fusionados plenamente con el, pero muchos se preguntaran que porque ya no existen estos seres y hasta la pregunta esta mal formulada, ya que éstos no han dejado nunca de existir, sólo han cambiado de estado, de desarrollo del espíritu, al nivel que ya no necesitan de la materia para su evolución en los diferentes mundos de consciencia cósmica.

El espíritu no muere sino que se transforma una y otra vez en lo que desea la fuente del mismo que es el gran espíritu cósmico y universal que sostiene la vida y el movimiento de las esferas del universo. El espíritu es el alfa, omega y fuente al mismo tiempo de todo lo existente en el cosmos, sin él nada de lo existente pudiera ser materializado, él es el que elimina, promueve y transforma todo lo que necesite convertir en un nuevo material para el desarrollo del cosmos.

Todas las religiones, todos los cultos, tradiciones, ceremonias han hecho ovaciones al gran espíritu universal de vida y que se creen los científicos modernos para querer tapar al sol con un dedo, lo cierto es que hasta ellos mismo son parte del gran teatro, de la gran escena mundial del planeta con el propósito del experimento solar del espritu, para que se cumplan las escrituras.

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